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INFORMACIÓN ADICIONAL
Para realizar una transfusión de sangre, el grupo sanguíneo del receptor debe ser compatible con el grupo sanguíneo y el factor RH del donante.
Es importante saber qué grupo sanguíneo tenemos, ya que si algún día necesitamos una transfusión urgente facilitaremos y agilizaremos la actuación. Conocer nuestro grupo sanguíneo también puede ayudar a diagnosticar determinadas patologías ya que los diferentes grupos sanguíneos tienen diferentes probabilidades de padecerlas.
Sistema de grupos sanguíneos:
El sistema de grupos sanguíneos se utiliza para clasificar la sangre según las características de los glóbulos rojos, para detectar el grupo sanguíneo se utiliza el proceso del sistema ABO que determinará si es del grupo A, B o 0 y el factor RH que detecta si es positivo o negativo.
Extensiones sanguíneas:
Una extensión sanguínea es una técnica que se realiza en el laboratorio para estudiar la morfología de las células, es decir, estudia su forma y estructura.
Cuando en el resultado de la analítica aparecen parámetros alterados el médico de cabecera solicita una extensión a partir de sangre venosa para observar si existen células anómalas o inmaduras. La aparición de células anómalas puede estar causada por un trastorno en la producción de las células sanguíneas.
Para hacer una extensión se utiliza el siguiente material: capilares(tubos de cristal con los que se coge la sangre), 2 portaobjetos (láminas de cristal donde se deposita la sangre) y como reactivo sangre anticoagulada (con EDTA).
El método es el siguiente: en primer lugar se coge una gota del tubo de sangre y se deposita en uno de los portaobjetos. A continuación con el segundo portaobjetos se estira la gota hacia atrás inclinando el portaobjetos en un ángulo de 45º. Una vez se ha repartido la sangre por el portaobjetos sin que llegue a los extremos se desliza hasta el final.
El resultado final de una extensión sanguínea es el siguiente:
